Sin ninguna duda, el mes de marzo 
és el mes ideal para realizar un recorrido senderista por uno de los lugares más interesantes y con las más bellas panorámicas del valle de sóller, el Barranc de Biniaraix, un monumento natural de piedra y agua.
El Barranc de Biniaraix és el tramo más conocido de la Ruta de Pedra en sec -GR 221- y une la pequeña localidad de Biniaraix con la zona de los embalses de Cúber y el Gorg Blau. Una de las peculiaridades del sendero del Barranc de Biniararix es que está formado por dos mil escalones de piedra que salvan el desnivel existente entre el valle de sóller y la zona cercana a la cumbre del Puig de L’Ofre.
Durante el ascenso del Barranc podremos observar la maestría de los payeses mallorquines en lo que concierne a la construcción realizada con piedra: así los mismos escalones que nos ayudan a ascender, como los bancales que nos acompañarán durante todo el recorrido, los porches -pequeñas viviendas que eran utilizadas para guarecerse de las inclemencias metereológicas mientras se realizaban los trabajos agrícolas- o las acequias que van apareciendo en algunos tramos son mudos testimonios de tan árduo trabajo.
Pero lo que incrementa sin duda el interés de visitar el barranc durante estos dias es -sobre todo- la omnipresente presencia del agua, fruto de las nevadas del mes de febrero. Será pues el contínuo murmullo del agua al precipitarse hacia el valle la banda sonora de una excursión que seguramente tardará tiempo en borrarse de nuestra memoria.
Los visitantes del Hotel Es Port podrán disfrutar de este modo de una excursión que más allá del puro contacto con la natura, les deleitará con una ámplia gama de sugestiones sensoriales.