Se suele decir con bastante razón que Deià es uno de los pueblos con más encanto de toda España y eso es algo que comprendes una vez que lo conoces. Con menos de 1.000 habitantes, esta pequeña localidad de la Serra de Tramuntana en Mallorca ha sorprendido a propios extraños con sus empinadas y empedradas calles, sus casas tradicionales mallorquinas con ventanas azules y sus apacibles paisajes, pincelados con centenarios olivos, pinos y algarrobos. Un paisaje modelado por el hombre durante siglos para convertir las agrestes paredes de las montañas que rodean a Deià en fértiles tierras aptas para el cultivo. Todo gracias a las emblemáticas merjades, bancales de piedras que le dan fuerza e identidad al municipio.
Deià, un aire bohemio cuna de artistas
Todo ello ha conjugado una atmósfera de magia y paz por igual que ha cautivado a cientos de miles de visitantes durante años, muchos de los cuáles han hecho de Deià su segunda o incluso primera residencia. La huella cultural se hace palpable en el sinuoso trazado de sus calles y las acequias repartidas antes tus ojos, que datan de la ocupación musulmana de Mallorca. Un lugar perfecto para que artistas de todo tipo hayan buscando la inspiración dando a Deià un toque bohemio y ensoñador que perdura en la actualidad. Cuna de numerosos poetas o pintores, Deià es un símbolo de un tipo de turismo selecto, tranquilo y respetuoso. En este sentido, el visitante tiene numerosos atractivos a mano, junto con una variada oferta de restaurantes y todo tipo de tiendas de artesanía.
Lugares de interés: su emblemático cementerio
Con fe católica de por medio o no, una visita obligada es la Iglesia Parroquial de Deià. Arquitectónicamente es una construcción de una sola nave junto a una torre de defensa que data del siglo XV, aunque lo realmente bonito son las vistas que se tienen del pueblo desde su emblemático cementerio, situado justo al lado. Contemplar como se funde el mar y la montaña desde esta colina es uno de los recuerdos imborrables que le quedan al visitante en Deià. La otra experiencia recomendable es el paseo a pie de unos 20 minutos de duración hasta Cala Deià por dos razones. Se realiza por antiguos caminos empedrados como el des Ribassos o el de Sa Vinyeta y además te ahorras la estrecha carretera llena de curvas transitable a coche.
Un baño revitalizador en Cala Deià
En temporada de lluvias es bastante común poder disfrutar del Torrente Mayor, que recoge todas las aguas y pequeños torrentes de la depresión localizada junto al pueblo. Una vez en Cala Deià, el visitante podrá disfrutar de una cala típica de la Serra de Tramuntana mallorquina: pequeña, de piedra y arena y rodeada de casas tradicionales. Las aguas cristalinas son el lugar perfecto para un baño revitalizador, no sólo en verano sino durante buena parte del año. Sin duda, otra opción a tener en cuenta para los que se desplazan desde otros puntos cercanos como el Hotel Es Port en el Puerto de Sóller, situado a tan sólo 12 kilómetros de Deià.
Citas artísticas que no hay que perderse
Por último, hay dos citas artísticas musicales en el calendario que conviene marcar en rojo. Por un lado, el Festival Internacional de Deià, dedicado a la música de cámara en Son Marroig, casa museo del Archiduque Luis Salvador de Austria. Por otra parte, el festival Idea Deià es un encuentro imprescindible para los amantes de la buena música, la pintura, la escultura, la fotografía o la ecología en el mes de julio. Un evento multidisciplinar que aboga por una vuelta de tuerca a los valores de antaño y por salvaguardar el carácter auténtico y único de un pueblo como Deià.