Des de tiempos inmemoriales, el hombre ha tenido la necesidad de crear su propio espacio artificial, un lugar suyo, privado y aislado del exterior. Un lugar de refugio, placer, descanso y trabajo. En resumen, un lugar para él y los suyos, este lugar lo conocemos como hogar.
El hogar en sí ha sido expresado de infinitas formas a lo largo de los siglos por las diferentes civilizaciones que nos han precedido. La casa es y fue un elemento de representación del estatus social de una familia. Si reseguimos en la propia historia de Mallorca, podemos ver que un elemento diferenciador de las élites con el pueblo llano fue la incorporación de lujosos patios en sus viviendas. En nuestra isla el patio aparece en la edad del hierro (postalayóticos).
Esta idea de “espacio abierto privado” será expresada arquitectónicamente de diversas formas. Los romanos se caracterizaron por los patios abiertos de sus domus, en cambio, los musulmanes por bellos, aunque reservados, jardines cerrados. Pero el auténtico germen de los únicos y excepcionales Patios de Palmaestá en los claustros de las casas góticas del siglo XIII, evolucionando hasta nuestros días, incorporando conceptos, ideas y novedades de los diferentes movimientos artísticos, como el renacimiento o el barroco. Estos patios formaban parte de las casas señoriales de las grandes familias mallorquinas que expresaban y competían a través de esta bella pieza arquitectónica su poder político, económico y social.
Esta idea de patio no sólo la podemos ver en Palma, sino en las mismas posesiones rurales de Mallorca, como seria el caso del patio (“clastra en mallorquín”) del Hotel es Port.
Palma dispone de más de 70 patios, muchos de ellos aun desconocidos y cerrados al público. Por este motivo y para dar a conocer este valioso patrimonio, la empresa Portal Forà se a encargado este año de organizar diversas visitas guiadas. Además, ha creado un portal web, http://www.patisdepalma.es/, destinado a la difusión de éstos y donde los interesados pueden inscribierse. El éxito a lo largo de estos años ha sido espectacular, y la difusión en diferentes idiomas está permitiendo ofrecerlo a los visitantes de nuestra isla, que sin duda no pueden abandonarla sin visitar estas joyas de la arquitectura mallorquina.