De la aceituna al aceite. La tafona (almazara) del Hotel Es Port de Sóller
El cultivo del olivo, iniciado en la época islámica de Mallorca, ha sido una pieza clave para la configuración del actual paisaje de la Sierra de Tramontana. Entorno a esta producción, se creó toda una gran infraestructura de bancales y caminos, para sacar el máximo rendimiento a un territorio tan abrupto como es nuestra sierra. Basta con observar los pueblos de Sóller, Fornalutx y Deià, donde la más mínima porción de tierra aprovechable se encuentra aterrazada.
La temporada de la recolección de la aceituna se inicia hacia finales de otoño, cuando esta está madura. Actualmente ha habido un cambio en este sentido, la aceituna se recoge verde porque así presenta menos graduación, aunque si uno quiere saborear el aceite en su plenitud, debe pobrar el aceite de oliva negra (madura). El proceso de transformación de la aceituna en aceite necesita de un espacio especializado y de gran envergadura, “la tafona”.
El Hotel Es Port ha sabido preservar e incorporar en su establecimiento un ejemplo excepcional del siglo XVII, el cual nos servirá de ejemplo.
La tafona suele estar anexa a las casas de posesión, como es el caso del Hotel Es Port. Presenta una planta rectangular alargada debido a la necesidad de espacio para la prensa de viga y una gran altura que permita la evacuación de vapores y humos. La aceituna se acumulaba en los graneros ubicados en un extremo del edificio a través de unos pequeños orificios que conectaban con el exterior.
Posteriormente, la oliva se trituraba con el trull. El trull es una gran piedra de tendencia cónica que gira sobre su eje, generalmente impulsada por un asno. Al cabo de unas cuantas vueltas se formaba una pasta que era introducida dentro de los “esportins” (una especie de alfombra redonda hecha a base de esparto). Una vez llenos, se colocaban formando una torre debajo de una gran viga de madera que funcionaba como prensa. A través de un conjunto de mecanismos y piedras, mediante presión, se hacían tres prensadas para extraer el aceite. Con la primera se sacaba el aceite de mayor calidad, en la segunda prensada se sacaba el aceite con una calidad intermedia y finalmente, de la última, se extraía el aceite de inferior calidad. Este último normalmente era usado para elaborar jabones o utilizado como combustible para lucernas popularmente conocidas como “llum d’oli”.
A partir de un sistema de decantación, con canales, calderas y picas con agua hirviendo, se separaba el aceite de las impurezas para luego ser guardado en los depósitos de aceite “dipòsits d’oli” para su posterior reposo y consumo.
Es impresionante poder observar en la alzamara del Hotel Es Port, como cada utensilio, pieza, piedra, canal o madera, están tan bellamente elaborados para su función. Muchos de ellos aún pueden observarse en su lugar original.