La edificación donde actualmente se encuentra el Hotel Es Port tiene sus raíces a finales del siglo XVI con la construcción de la torre. Durante este periodo histórico, las incursiones corsarias en todo el mediterráneo obligó a construir una red de vigilancia costera con el uso de torres vigía. Hoy en día todavía se pueden observar y visitar muchas de estas construcciones a lo largo de la Sierra de Tramuntana. Son torres situadas en puntos estratégicos con un campo amplio de visión. Todas las torres se encontraban a la vista unas de otras, por lo que, mediante sistemas de hogueras, la alerta ante incursiones enemigas se propagaba a través de toda la región en cuestión de minutos.
La torre del Hotel Es Port como refugio de los aldeanos
Como única ‘’possesió’’ de la bahía del Puerto de Sóller, en la casa original donde ahora se encuentra el hotel se construyó una torre para refugio de los aldeanos. En aquel tiempo, esta torre servía como guarida más que como defensa. Cuando los corsarios desembarcaban en el Puerto de Sóller para saquear las tierras y casas, los ‘palleses’ se refugiaban en la torre, cerraban por dentro y esperaban a que pasaran sin causar bajas entre la población. A lo largo del año, la torre se aprovisionaba de víveres, agua y comida, para poder aguantar a cubierto durante semanas o meses.
Actualmente la torre está integrada en el Hotel Es Port
En el 2018 conservamos todavía en el Hotel Es Port la torre original con materiales de piedra y madera de aquella época. Aunque ha sido renovada y asegurada en varias ocasiones, tanto el emplazamiento como la disposición interna se mantienen la esencia de finales del año 1.500.
Las habitaciones de la torre del Hotel Es Port
Las habitaciones que puedes encontrar en la torre, mantienen todavía el acceso de la escalera de caracol en su emplazamiento original. La más destacada de las habitaciones es la 432 por su emplazamiento privilegiado en el punto más alto de la torre. Tiene unas vistas espectaculares sobre todo el puerto de Sóller y fue reformada en el 2010 extrayendo maderas y piedras todavía originales del año 1500. Es una habitación íntima y romántica muy querida por nuestros huéspedes.
Le sigue la habitación 431, con su nueva terraza con vistas a la Sierra de Tramuntana a estrenar este año. A continuación está la habitación 430, sus muros de piedra y vigas vista junto con su mobiliario rústico hacen de esta funcional y confortable habitación una experiencia única de regresar al pasado.
Y por último, la habitación 325 se encuentra en la base de la torre donde se localizaba la antigua capilla de la finca.
Si te han entrado ganas de reservar tu habitación en la torre y revivir la época del siglo XVI, aquí tienes el enlace directo:
