Cuando el verano sacude con este calor Mallorca la gastronomía se adapta para elaborar todo un conjunto de platos que sean refrescantes y poco pesados. La base de estos son las hortalizas que tradicionalmente se cultivan en los huertos familiares, donde los productos son de primerísima calidad.
Dentro de nuestra gastronomía veraniega se pueden destacar dos platos por su gran popularidad: el tumbet mallorquín y el trampó. Pero como del tumbet ya hablamos, nos centraremos con este segundo.
Elaborado con una harmoniosa proporción de productos del huerto, el trampó es uno de los platos más sencillos y polivalentes de la cocina mallorquina. La base de este plato es el tomate y el pimiento verde mallorquín, que se cortan en pequeños trozos, además de la cebolla mallorquina que se corta a medias lunas. Todo esto se aliña a gusto con abundante aceite y sal. Esta base se puede comer tanto como plato en sí o como acompañante de pescado, carne o a una tortilla. Esta ensalada es la base para elaborar la popular “coca de trempó”.
Pero existen un gran nombre de variantes de trampó, a esta base de ingredientes se le puede añadir; trozos de manzana, alcaparras, aceitunas, garbanzos, patatas, bacalao o atún. Aunque existen otras muchas variantes, que varían mucho según el gusto de cada uno.
La palabra trampó, trempó en la lengua local, tiene su origen con la acción de “trempar” que significa aliñar y de allí el nombre del plato, que consiste en “trempar” este conjunto de hortalizas. Es costumbre comerlo con pan payés y mojar este con el aceite sobrante que se ha perfumado con los diferentes ingredientes. Es lo más delicioso
Las razones son más que suficientes para probar este plato, que es un excepcional ejemplo de la cocina mediterránea. Un plato sano, equilibrado y elaborado con productos locales. En el Hotel Es Port, todos los miércoles celebran el día de la gastronomía mallorquina, de esta forma dan a conocer a nuestros visitantes nuestra gran riqueza culinaria.